Sí, como el hit literario y cinematográfico de dos años atrás mi vida hoy también puede resumirse en tres verbos infinitivos: perder, recuperar, encontrar.
Perder
El otro día me acordaba de Celina, una compañerita de la primaria. El primer día de clase de primer grado vino y me dijo que ella también sabía leer. Entonces abrió el libro de lectura y empezó:
- Melisa amasa la masa. ¿Así mamá? Sí, Melisa.
Después arrancó de nuevo:
- Melisa amasa la masa. ¿Así mamá? Sí, Melisa.
El truco duró poco. Alguien le mostró otra página y no sabía leerla. Alguien se la había dicho, la había memorizado y ahora la repetía una y otra vez. Nunca supe si ella creía que sabía leer, o si nos engañaba deliberadamente.
Como sea: eso se lo podía tolerar a mi amiguita de seis años. A la gente adulta no.
Las personas que se mienten a sí mismas, y luego a los demás, me resultan insoportables. Si les tengo cariño, puedo intentar entenderlas y sostenerlas, hasta que un día la falta de transparencia y honestidad me agota. Hay personas de mi edad que todavía creen en la apariencia -no en la esencia. Entonces se contentan con imitar la forma en lugar del recorrido. Total, de afuera se ve igual. ¡Celina parecìa leer de hecho! Bueno, ese tipo de personas ya no tienen mucho que ver conmigo. Aunque duela.
...
Recuperar
1. Hay cosas que no son imprescindibles, pero que así y todo necesitás mucho. En la última semana me encontré recuperando objetos que teníamos todavía embalados en nuestro altillito. Mis libros de cocina y los álbumes de fotos. A ese tipo de cosas me refiero.
Uno de los álbumes estaba a medio completar. La última fotografía me mostraba a mí, con piloto rojo, sonriendo delante del London Eye. Con boligoma y paciencia, fui completando: nosotros en Uruguay, Pablo con su mejor sonrisa en Cabo Polonio; a carcajadas en el casamiento de un amigo; Rolfi bebé; yo dormida a toda hora en todo lugar porque un bebucín estaba revolucionando mis hormonas; con mi médico oyendo los latidos de Tomi; en el Rainbow Warrior con buzo de Greenpeace; con las llaves de nuestra casa; la panza abajo de sweaters, vestidos, musculosas y entre dos piezas de bikini; el curso de preparto; la última salida un día antes de ser papás -yo la cara hinchada de agua y de ansiedad- y después, en una página, solito él, Tomás llorando en su primer baño. Estaba pegando las fotos cuando nos visitó un amigo que se está separando. Me sentí mal por él. Pensé mucho en lo que podría ser si se dejan avanzar las grietas. O si el amor se va. Ahí no hay boligoma que te sirva para reparar nada. Esa noche no dejé pasar un charla que teníamos pendiente. Fue todo lo que necesitaba.
2. Recital de Blur. Idea y ejecución de Pablo, no es que yo tuviera tanta expectativa con ese concierto (aunque la previa con Café Tacuba me entusiasmaba), porque... ¿Qué podía tener para decirme Damon Albarn 12 años después? La respuesta la descubrí apenas soltó el "Are you readyyy?" y sonó Girls and Boys. Mi cuerpo fue el que empezó a expresarse. Ya saben ustedes lo mental que soy, pero le di rienda suelta. Y salté como una desaforada, y grité de contenta, y bailé y nos abrazamos y me emocioné. Y sí, recuperé sensaciones que habían quedado a mis veinti. Entonces descubrí que ésta que soy hoy no dejó atrás a aquella: la contiene.
3. Vi a mi tía Yolanda después de 16 meses. Mi tía más querida -y que más me quiere- no conocía a Tomás. Si estuve un poco molesta por eso se me pasó enseguida porque sé el contexto de su vida el último tiempo. Nos esperaban tíos, primas, sobrinitos, abrazos, regalos y una olla de strogonoff que mi tía prepara sólo si yo voy de visita. Charlar, abrazarnos, sonreírnos y acuclillarme junto a Sofi hasta hacerle perder la vergüencita hicieron MI domingo. Ese territorio afectivo, que por distintas razones había quedado relegado, se recuperaba con creces.
Gente que queda atrás, gente nueva, gente que vuelve.
4. Dolor de espalda in- so-por- ta-ble, decidí que era momento de reencontrarme con mis clases de yoga. Nunca dejé de practicarlo en casa, pero no es lo mismo. Les tengo que disputar la alfombra a Tomás, sus juguetes, Rolfi y Kathy. Y concentrarse se hace difícil. Así fue que en la sociedad de fomento del barrio tuve mi primera clase con una profe grosa que enseguida me hizo olvidar de lo kitsch del lugar y me convenció de seguir adelante.
5. Un almuerzo de puro reencuentro ayer con Lu B. Ternura y cariño que necesitan pocas palabras.
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Encontrar
1. Estoy encontrando -o buscando, no lo sabría decir- ... mis lugares de identificación. Como madre, y ya pasados los 30 podés sentir que esos Camparis en Palermo con compañeros de trabajo no te aportan demasiado. Y a la vez, como madre reciente, que apenas pasó los 30, lo de las mamás en el arenero tampoco es un plan que te termine de cerrar.
De a ratos me siento insegura. Por eso creo que más que lugares busco mi nueva voz. Una voz que suene igual sentada a la barra de un bar, o frente a la hamaca en la plaza. En el trabajo y en casa. En la vida on y offline.
La escritura es un camino, lo sé, aunque tenga que hacerle espacio con codazos.
Intuyo que el encuentro de mañana con ella, ella y ella me puede aportar un montón en este aspecto. Debe ser porque las tres saben decir lo que quieren decir en su propio tono. ¡Y eso me tiene muy ilusionada!
Buen fin de semana, muchachada linda.
c.
perder, recuperar, encontrar... me encantó. me hiciste acordar a unas respiraciones con palabras que tuve que hacer durante un año (y que aún hoy a veces, cuando puedo, practico) Aceptar, entregar, confiar. Tres palabras q me tocan hondo, a veces más una que otra. Sumo tus tres. Aprender a perder, a recuperar y a encontrar...
ResponderEliminarfelíz domingo Ce!!! ♥
Qué lindo Ceci! Qué lindo que puedas hacer tanto insight, que te busques, que quieras mejorar, que quieras evolucionar... Sos muy sana, sabelo!!
ResponderEliminarBesos!
Siempre, siempre, me gusta como escribís!!
ResponderEliminardecirlo solo con tres verbos parece fácil, pero el camino recorrido para decirlos, la catarata de sensaciones que hay detrás, los duelos del perder, la ilusión de reencontrar o recuperar... me gustó mucho mucho como lo describiste (como siempre) y me alegra mucho mucho por vos este post.
ResponderEliminarqué ilusión ese encuentro! son 4 grosas y están en el top ten de mis blogs favoritos!! besos Ceci!
Lili
Gracias. Me encantó. Te admiro mucho. Besos!!!!!! (estoy tomando un vinito y se me escapan los verbos y los adjetivos y todos los demás pero confío en que vos sabrás comprender)
ResponderEliminarMe encanta que estés bien!
ResponderEliminarte admiro, así resumido.
ResponderEliminarLindo leerte Ceci!
ResponderEliminar30 es una edad en la que ambas opciones son buenas y validas. Campari y arenero. Una semana uno, y a la siguiente lo otro. Da para las dos!
Mori con el parrafo de pelear la alfombra con Tomy y demas, me imagine el escenario y me causo mucha gracia!
Besos linda!
"Entonces descubrí que ésta que soy hoy no dejó atrás a aquella: la contiene". Puff vaya descubrimiento ese Ceci, si encontraste eso encontraste un montón
ResponderEliminarHermoso leerte en este lunes nublado
Besos, Flor
PD: habría que probar Campari en el arenero a ver qué resulta...jaja
Hermoso post!!!!
ResponderEliminarbeso, grosa.
A Melisa la conozco bien, gran compañera de mi primaria del Tic - Tac que ahora leen mis hijos, con esa cara de embobados, sorprendidos por esa amistad con Lalo y Paco. A pesar de que el fin de tu post no es el de un análisis de este libro te comento que ultimamente, y no sé si es cuestión de edad o qué me estoy encontrando con demasiados vende humo y como duele el alma. ¿Cuándo se darán cuenta de que es más fácil la autenticidad a lo burdo??? Hermoso blog.!
ResponderEliminarQue lindo Ceci, me encantó almorzar con vos y ponernos un poquito al dia. Siempre es bueno comprobar que no estamos solas. Besote
ResponderEliminarCamparis en el arenero
ResponderEliminarAsí debría llamarse el próximo blog que abra!
Genia Vane que recordaste el nombre del libro! Tic tac!!!! Y Lalo y Paco
Gracias a todas vosotras por leer.
Y entender.
Y sí, gente siempre va a haber para todos los gustos, pero yo humo ya no compro más!
c.
Ceci:Te leo,siempre.Comento cuando creo que mis palabras pueden aportarte algo valioso o para darte ♥!A veces,si no encontras comentarios es que te dicen cosas tan buenamente exactas,que solamente disfruto leyendo...
ResponderEliminarMuy buena la nota de la Minipymer!
Un beso!
Y ayer no lo dije, pero mencionaste strogonoff y se me cae la baba...
ResponderEliminarJJJJJJJJJAAAAAAAAAAA! Y el de mi tía que es súper special! NO sabés Ana!!!!
ResponderEliminarPerder, recuperar, encontrar...cuanta verdad!
ResponderEliminarCeci, me encanta tu blog, te leo hace mucho y amo y disfruto mucho la sinceridad con la cual escribís, pero me da cosita como queda expuesto Pablo en alguno de los últimos posts... espero no te enoje que te lo diga, te aseguro que es con la mejor onda! Supongo es el riesgo de escribir sinceramente y con nombre y apellido, pero me pongo en su lugar y me da no se que, perdónnnnn!!!!
Beso y admiro siempre tu capacidad de introspección, es disparadora de mucha reflexión en mí,
Phoebe
tenés magia para transportar, emocionar, pensar y querer publicar. esos son mis verbos para vos.
ResponderEliminarte quiero. nos vemos. nos re-vemos. te quiero otra vez :)
Vengo atrasada pero vengo! En realidad, te leo y tengo que pensar y volver a leerte para dejar un comentario.
ResponderEliminarMe encantan tus post, me ayudan mucho a reflexionar sobre mí misma.
Y me encanta leerte así, bien, por lo menos yo te percibo BIEN, con otro espíritu.
Besote,
Vero
Qué lindo post! Precioso de principio a fin!
ResponderEliminaramé este post!
ResponderEliminarde pe a pa ♥