madre.

Es como el brazo de Scioli, fue la feliz y gráfica metáfora que usó Pablo. No va a crecer. Así que hay que aprender a hacerse el nudo de la corbata con una sola mano.
Yo tengo que aprender a vivir sin la contención de una mamá. Porque no, mucho no está. Más bien poco. Más bien nada. Algunos tienen la teoría voluntarista de que llamándola yo se soluciona todo. Y no. Porque evidentemente mucho no le interesa.
Hace más de un mes que sabe el notición, y desde entonces me llamó sólo una vez y hablamos el tiempo que le duró su tarjeta de larga distancia (no sea cosa que se funda llamando desde Mar del Plata). Le conté de cosas que me preocupaban, que tenían que resolverse de un día a otro, y ni siquiera fue capaz de mandarme un mensaje de texto para saber cómo se habían resuelto.
Desde hace meses largos... como seis... sueño que la mando a la  recalcada %&#*%&#* de su madre. Y me despierto angustiada. Y sé que es un sueño, y que eso no va a pasar al plano de la realidad. Porque aún viendo su ausencia, su falta de registro, su desinterés, no puedo -internamente, a nivel conciente- mandarla a la recalcada %&#*%&#* de la lora (Ahora no digo "madre" porque esa era mi amada abuela Eugenia).
Así las cosas soy capaz hasta de sentir culpa por no sentir ganas de verla ni hablar con ella.
O por no llevarle un regalo de los que yo considero son verdaderos regalos.
No como los de ella, que después de 4 meses de no vernos se aparece de regreso de sus vacaciones con toda la pompa y te da.... una conserva de ciervo (Puajjjj, no me conoce??!) o de sus otras vacaciones... con una botella de plástico de Hidromiel (un menjunje cordobés muy extraño que ni me atreví a abrir y que terminó en el tacho de basura).
No existe.
Pero yo.... es como si siguiera esperando algo!
Será que también yo voy a ser mamá y necesito una referencia.
Será que en el fondo está el miedo a un buen día levantarme yo también desentendida de mi rol materno.

Pucha, las estoy bajoneando estos días. Pero bueno, este post explica en buena medida el de ayer.
Estas cositas que le toca procesar a la cabeza en las etapas más cruciales.
Gracias por estar ahí!
Espero que empiecen su fin de semana largo comiendo pastelitos de membrillo.
c.

PD: No les aclaré lo más desconcertante de todo. Y es que mi mamá, se cree reeebuena. Cuando me trata no lo hace co nfrialdad, sino más bien con un melodramtismo almibarado del tipo "Hijis de mi almaaaa, yo sé lo que vos sentiiiís".  Y cosas por el estilo. Si fuera una piedra sería más fácil todavía mandarla a la concha de la lora. (Lo dije Seel. Lo dije!!!!!!)