resistencias domésticas.

Ho- ho- ho- la, amigos! Hoy pensaba venir con excusas del tipo: qué calor que hace, qué mal se duerme, tengo la presión por el piso, lo que mata es la humedad.. Pero después leí sus comentarios entusiastas en el post anterior y me dije, no puedo ser tan amarreta de arrancar la semana contando lo que ya todos sabemos: que nos estamos cagando de caaaalor! Además, cómo ignorar este fin de semana mágico, con sushi y champagne, para arrancar; visita con Kathy a la veterinaria, tarde de waterpolo en Escobar, un casamiento con toda la onda, un asado con panzada de juegos con las sobrinitas de Pablo -Viole y Juana- un chapuzón en la pile del club, y unas generalas con cerveza (saqué la dobleeeeee, yeahhh!)? Imposible: el fin de semana me pasó por encima. Y ahora necesito descanso del descanso, je! Pero quién me quita lo bailado, eh Anita?
Hoy me vine pensando las 5 tareas domésticas que le nublan el raciocinio a mi marido (e imagino muchos otros). Ojo que no voy a ir con la tapa del inodoro, el dentífrico, o la toalla sobre la cama.. éstas son como pequeñas resistencias hogareñas: Home Procrastination.

Papel higienico: ¿Estará tipficado el impedimento psicopomotriz qie le impide a ciertos individuos reponer el rollo cuando se termina el que está puesto?

Deshacer valijas: Acá sospecho que la cosa es más psicológica. Como un prolongado no aceptar que ya llegamos de viaje.... hace más de una semana!

Bateria de la computadora: Si enciendo la notebook a la mañana, lo más probable es que tenga que enchufarla, porque algún bloqueo repentino inhibe a mi muchacho de colocar un cable que vaya desde el aparato a la pared. Es más: tengo la sensación de que cuando la prende mira el indicador de batería. Si dice "Una hora" piensa, "Una hora, bien!" Si dice "5 minutos" piensa "Uhhh, tengo que pagar las cuentas, chequear mails, y leer La Nación en...5 minutos!". La conjunción sintáctica "cable cargar batería" no entra en consideración.

Agua en las cubeteras: Ahhh.. qué glorioso ruidito el de las cubeteras llenas, vaciándose sobre el cajoncito para hielos! Creo tener algún recuerdo de cómo sonaba eso! POr alguna misteriosa razón, hace mucho que no lo siento!

Vaciar el mate: A todos nos gusta tomar mate, pero qué engorrosa tarea la de darle contra el tacho hasta que quede vacío, o meter una cuchara.. y guai que no te caiga afuera... En un rapto de inspiración mi media naranja es capaz de lavarte todo, incluyendo las copas de cristal. Pero el mate, invariablemente, queda al costado de la pileta, esperando que la otra mitad de la naranja (es decir, yo) vaya a ocuparse.

Y a usted, qué delicias de la vida hogareña le tocaron en gracia? Escrache aquí señora!
Les dejo este temón de lunes, para que arranquen la semana sonriendo y haciéndole trulalá a la térmica!