será.

Será que es la única persona que me genera la siguiente pregunta: "¿Lo habré conocido en una vida anterior?". Porque leerlo me emociona, leer algo sobre él me emociona, verlo me emociona, y ni les cuento oír su voz, esa voz queda, medio nasal y pesadumbrosa.

Eso me pasa con Cortázar, el primer gran autor que leí cuando tenía no sé.... ¿8 años? En ese entonces no podía explicarle a mi papá que la mitad de las sutilezas de los Cronopios y las Famas se me pasaban. Pero hoy, retrospectivamente, le agradezco con el corazón esa edición de Sudamericana que hoy se aprieta orgullosa entre otros varios títulos con la misma firma.
Será que a veces, al leerlo, tengo la sensación de que no podría expresar mejor lo que quiere decir que del modo en que efectivamente lo hace. Como por ejemplo esta frase:

Me daba asco pensar así, una vez más estar pensando todo lo que a los otros les bastaba sentir.

Será que el ritmo es perfecto. Los sonidos son perfectos, la melodía también lo es: la música de su escritura es absolutamente perfecta.

Será que con Todos los fuegos el fuego y Bestiario nació mi amor por los cuentos. Por leerlos y por escribirlos también.
Que volviendo con la fotocopia de Diario para un Cuento, una noche a la salida de la facultad, no podía despegar la nariz de entre las páginas. Se me estaban rompiendo los ojos de leer en la penumbra. Casi me paso, me llevé puestas a tres personas en las dos cuadras de la parada a casa.  ¿Estoy leyendo lo que estoy leyendo? ¿Esto de verdad fue escrito por manos humanas, por las de un flaco que vivió acá nomás, y que fue maestro de una escuela Normal? Me costaba creerlo.
O que en Bestiario leí la maestría hecha cuento, con perdón de Borges, y de Onetti, y de tantos otros... Las puertas del Cielo es un tesoro hecho de palabras. Es MI tesoro. Y cada vez que puedo voy a su encuentro. Y le descubro nuevas cosas. Y se me vuelve a anudar la garganta, y vuelvo a llorar, pero siempre por cosas distintas; o en realidad por la misma, como con Piazzolla: es el "gracias" inmenso por su regalo.
Será que en los dos cuentos que mencioné él habla de gente en algún punto calificable como miserable frente a la que él se siente aun más pequeño, más pobre, menos sabio. Y eso lo engrandece.

No sé bien qué será. Y no sé si quiero develar el misterio. Pero lo quiero, lo voy a querer siempre, lo admiro y lo añoro como si nos hubiéramos conocido. Aunque no pueda con Rayuela.




¿Alguien por acá siente parecido por Cortázar u otro autor/a?